Marta Zátonyi, el Adiós a una de las máximas autoridades del país en materia de Estética.
noviembre 17, 2019
Marta Zátonyi, nació en Budapest y desde 1969 residió en la ciudad de Buenos Aires, el pasado 1º de setiembre falleció dejando un importantísimo aporte filosófico y cultural. Sin dudas una de las máximas autoridades del país en materia de Estética.
Doctora en estética ( La Sorbona, Paris) Profesora titular de la cátedra de Estética ( en las carreras de arquitectura , diseño gráfico , Imagen y Sonido e Indumentaria Textil) FADU+UBA, de Introducción a la Historia del Diseño Gráfico (FADU –UNL) directora del módulo de Filosofía, Estética y Critica de Arte y Antropología y Sociología del Arte, en Licenciatura en Arte, Educación a Distancia (FADU-UNL).
Autora de varios libros: La mirada del arte desde la filosofía; Arte y Creación /caminos de la Estética; Gozar el Arte, gozar la arquitectura; Sobre preguntas y sobre respuestas, Aportes a la Estética; Teoría y Análisis, arquitectura y diseño;entre otros tantos.
Compartimos parte de su pensamiento y su sentir:
“El diseño es tan arte como la música. Si hablo sobre diseño hablo sobre arte. El diseño responde a necesidades inmediatas, concretas.
Yo puedo hacer un cartel, un libro, una casa, pero eso sería construcción, y en ese sentido es importante marcar la diferencia entre el diseño y la comunicación per se.
Todos comunicamos, eso no significa que todos diseñemos. William Morris, los Nabis (el grupo de artistas franceses de finales del siglo XIX), encierran un paso, abren una puerta, señalan un camino, echan luz y los siguientes millones pueden caminar hacia ahí. También hay una cierta realidad que se vincula con que el diseño es algo accesible: si uno pregunta cuál es la diferencia entre un jarrón de porcelana de Luis XIV en Versalles y un jarrón diseñado por Bauhaus que te cuesta 100 dólares, la respuesta es que el primero es considerado arte, y el segundo no. Pero para mí la única diferencia —amén de que uno no me gusta y el otro sí— es que el segundo resulta accesible. Eso marca una estética. Puedo decir que lo bello es aquello a lo que no puedo acceder o que aquello a lo que no se puede acceder es arte. Hoy, el cuchillo con que corto, los libros, la silla, todo es diseñado por Bauhaus y no es arte porque el arte está en Versalles o en el Palacio Anchorena. Yo no soy ni politiquera, ni agitadora, ni nada de eso, pero me molesta que eso se convierta en un determinante estético”.