“Alejandro Aravena, Inovador e Inspirador “
mayo 13, 2020
El Arq. Alejandro Aravena, uno de los premios Pritzker más jóvenes, no construye rascacielos ni museos para millonarios benefactores. Es más, el mismo ha reconocido que su fuente de inspiración no son los grandes arquitectos sino la sabiduría de las favelas y los barrios marginales. Así nació el Proyecto Quinta Monroy en 2004, su obra más reconocida.
Hasta hace una década, Aravena era un arquitecto absolutamente desconocido fuera de Chile que se ganaba la vida levantando pequeñas obras públicas y facultades cuando le llegó lo que aparentemente era un encargo más: la construcción de viviendas para 100 familias desfavorecidas. El enfoque más novedoso de su trabajo en el área pública es la idea de viviendas sociales con posibilidad de crecer, las viviendas «expansibles». Si el presupuesto es estrecho, la idea de Aravena es construir «media casa grande» en lugar de una casa pequeña y apostar a la capacidad que tendrán las familias para ir realizando mejoras sucesivas.
En lugar de construir un gran edificio colmena lleno de pequeños apartamentos, decidió construir mitades de casas que cada familia podría ampliar con cierta flexibilidad. Tomó esta decisión después de consultar a los futuros residentes sobre sus preferencias y es que como él mismo ha reconocido “mi filosofía arquitectónica se basa en incluir a la comunidad en el proceso”. La idea central de Aravena es definir la vivienda (también la social) como una inversión —tal vez la más importante de la vida— y no como un gasto social. Postula que esto es posible solo si el diseño contempla desde un principio la posibilidad cierta de incrementar su valor con los años (por eso su concepto pone también especial cuidado en la ubicación central del terreno).
Fundación Hyatt que patrocina el premio Pritzker, dijo que la arquitectura de Aravena «da oportunidades económicas a los menos privilegiados, mitiga los efectos de los desastres naturales, reduce el consumo de energía y brinda un espacio público acogedor», calificó a Aravena como «Innovador e inspirador